Ayuntamiento Sangüesa / Zangozako Udala

El pasado sábado, día 4, tuvimos ocasión de conocer más sobre el castor, de la mano del biólogo de Ornitolan, Gabi Berasaluze. En  la jornada, que comenzó en la Primera Badina a las diez de la mañana,  una treintena de personas,  hortelanos,  en su mayoría,  tuvieron ocasión de plantear los inconvenientes que la convivencia con este animal les produce y escuchar distintas soluciones adecuadas a cada situación para evitarlos.

Hay que echarle imaginación ya que no se les puede eliminar, su caza no está permitida. Según nos dijo Gabi, el Gobierno de Navarra está ultimando una nueva ordenación para dar respuesta a los problemas causados por el castor que espera se publique enseguida. Las acciones propuestas tienden a hacerles más incómodo el entorno de huertas,  dificultando con vallados, pastores eléctricos… el acceso teniendo en cuenta, además, las especiales habilidades del animal.

Esta especie fue introducida de manera ilegal en el año 2003. Fueron soltados entre Navarra y La Rioja 18 ejemplares y desde entonces han colonizado los ríos navarros llegando hasta los que rodean Sangüesa. Según los datos manejados por el técnico, que lleva cinco años estudiando a los castores, su población ha aumentado a más de 600 ejemplares y aunque a día de hoy parece que no ha remontado la presa del pantano de Yesa, vaticina que es muy probable que en breve lo haga.

Pese a su experiencia, se quedó impresionado por la actividad demostrada por la familia, o quizá familias, de castores que se encuentran tan a gusto en la zona de la orilla de Ribalagua. Allí el río, remansado por la presa de la central hidroeléctrica, tiene las condiciones ideales para el castor. La cercanía con las huertas y el paso de personas por la senda no le disuade porque tiene el agua muy cerca para escabullirse.

Es precisamente durante los meses de invierno cuando se nos hace evidente su presencia. Al faltar hojas  y ramas verdes debe alimentarse de la corteza de los árboles, pero si llega al cambium, la parte del tronco del árbol que se encuentra debajo de la corteza, el árbol se secará. No en vano al castor se le conoce como el arquitecto de los ríos, no tanto por su conocida afición a construir presas, cosa que los castores europeos no suelen hacer, sino porque en los bosques de ribera van dejando huecos que permiten a otros árboles crecer rejuveneciendo su hábitat.

En un soto natural su actividad no genera problemas pero en un entorno más humanizado como la orilla de Ribalagua, la situación es preocupante. Hay un árbol que ha “anillado” por completo, (lo ha roído todo alrededor) que tendremos que tirar o al menos descargar de ramas para evitar que cause daños en su caída. Pero además se encuentran afectados tanto árboles jóvenes como los más maduros generando un problema de seguridad y también una afectación importante al propio ecosistema que soporta en un tramo precisamente corto y estrecho junto al río de una presión enorme.

Por ello se convoca un auzolan para ir tratando los árboles de más porte, con el ungüento, mezcla de aceite de linaza y arena, que mostró el biólogo en la jornada del pasado sábado.

El sábado, día 11, a las 11h comenzaremos por la zona de la Primera Badina con personas voluntarias de las Asociaciones Ardaska y Ongaiz Ecologistas en Acción a aplicar la imprimación. La convocatoria deberá repetirse porque la actuación es urgente y extensa. Para ello iremos convocando distintos auzolanes y esperamos contar con tu ayuda.

Esta actividad se enmarca en el Plan de Acción Local de la Agenda 2030 de Sangüesa-Zangoza y cuenta con la ayuda del Gobierno de Navarra.