Iniciamos desde hoy y hasta el 8 de marzo, Día de la Mujer, una breve serie que nos acercará a conocer el trabajo realizado por mujeres nacidas o vinculadas con Sangüesa-Zangoza, en distintas disciplinas: ciencia, literatura, deporte, política, voluntariado… Son sólo un ejemplo de un trabajo imprescindible en la construcción de nuestra comunidad, en la toma de decisiones, en el mantenimiento de tradiciones, en la trasmisión de conocimientos o en la atención de los vulnerables…
Son mujeres que sirven de referentes a las nuevas generaciones que encuentran un camino abierto aunque no expedito gracias a la constancia de aquellas.
Margarita de Navarra “La primera mujer moderna”
Nació en Angulema (Francia) en 1492, hermana del que después sería Francisco I, rey de Francia. Al morir su padre, cuando ambos hermanos contaban pocos años, quedó bajo la custodia del duque Luis de Valois. Recibió una cuidada educación, aprendió idiomas, filosofía y se convirtió en una gran aficionada a la lectura. Lideró las negociaciones con el emperador Carlos I para liberar a su hermano que había sido hecho prisionero en la batalla de Pavía.
Tras enviudar de su primer marido del que no tuvo hijos, casó con Enrique II de Albret “el sangüesino” en 1527, convirtiéndose así en reina consorte de Navarra. Por esta vinculación con nuestra ciudad, Margarita de Navarra, tiene dedicada una coqueta plaza en Sangüesa. Es recordada por su obra humanística que llevó a cabo con la creación de las cortes renacentistas de Pau y Nerac en la Baja Navarra en las que hallaron refugio humanistas, escritores, artistas y reformadores que escapaban de la Inquisición en Francia y en España. Y, por ser autora de numerosos libros como “Un dialogo místico”, “Espejo del alma pecadora”, cuatro Misterios o Autos Sacramentales.
Si bien, sus dos obras cumbre son “Las prisiones de la reina de Navarra” y sobre todas ellas el “Heptameron”. Con la publicación definitiva en 1560 de esta obra, se cierra el ciclo de las historias novelescas enmarcadas dentro de la semiótica medieval abriéndose así paso al mundo moderno. Los cuentos del Decameron de Bocaccio y los Canterbury Tales de Chaucer ya habían adelantado los tópicos de la novela moderna pero Margarita añadió una temática aún más actual: Amor real, liberalización de la mujer y libertad de conciencia que aunque en su obra aparecen envueltos en la dialéctica del Neoplatonismo propio del Quinquecento, son su legado más positivo.
El Heptameron es una serie de setenta historias contadas por dos grupos de tertulianos reunidos por Margarita en un monasterio del Pirineo que se van relevando y aclarando posiciones sobre el papel de la mujer en los juegos amorosos de la vida. La Reina de Navarra logró neutralizar los cuentos picantes y machistas de Bocaccio, en esas veladas neoplatónicas al estilo de las antiguas academias y a pesar del tono picaresco de las actuaciones se nos revela claramente que es una cosa seria, la defensa del honor de las mujeres en aquella sociedad, su emancipación y el amor fiel entre los esposos sin caer en cursilerías, contra la relajación de las costumbres de la época.
Para Jon Oria, autor de una biografía de la reina y del trabajo del que se han tomado estas líneas, «Margarita hace feminismo intelectual». La Reina de Navarra es en consideración de Simone de Beauvoir « la escritora que mejor sirvió a la causa de su sexo, que propuso contra la licencia de las costumbres un ideal de misticismo sentimental y de castidad sin mojigatería, tratando de conciliar amor y matrimonio para honor y dicha de las mujeres». (“El segundo sexo”)
Enrique de Albret y Margarita de Navarra tuvieron una hija, Juana de Albret la futura Juana III de Navarra (1528–1572), y un hijo, Juan de Navarra, que murió a los pocos meses de nacer en 1530. Juana se casó con Antonio de Borbón, padres del futuro Enrique IV de Francia. Una de las narraciones recogidas en el Heptameron es precisamente una que transcurre durante su luna de miel, una de las últimas, ya que tuvo lugar a finales de 1548 y Margarita murió al año siguiente. Está enterrada en la catedral de Lescar donde están enterrados los miembros de la familia real navarra.
Ion Oria. El humor jocoso de Hircan (el sangüesino Enrique II de Albret ) en el Heptamerón. Revista Zangoztarra, nº.V editada por el Grupo cultural Enrique de Albret-Enrike de Albret talde kulturala. Diciembre de 2001.
Ion Oria, historiador de Lizarra, gran experto en los Albret, falleció en mayo de 2016 a los 85 años.
Retrato de Margarita de Navarra pintado por un maestro de la Escuela de Clouet. “Zangotzarra” nºV año 2001