Sangüesina, de la calle Mayor, nació el 7 de febrero de 1919, en el seno de una familia de labradores. Como era frecuente, convivía la familia amplia, compuesta por los abuelos paternos, padres e hijos. En la década de los 50 del pasado siglo, según consta en el padrón municipal, residía en el número 73 de la mencionada calle Mayor, en la que conocemos como “Casa Charamala” junto a sus padres (Restituto e Isidora) sus hermanos Javier y Antonio y el tío Luis López San Miguel. Los hombres de profesión labradores y las mujeres dedicadas a sus labores.
A mediados de 1965, la colaboración entre el Ministerio de Información y Turismo y el Ayuntamiento de la ciudad hizo posible abrir la “Oficina de Turismo” en la calle del Mercado, donde hoy se encuentra el local de las Amas de Casa. Fue en enero del año siguiente, cuando Riki comenzó a trabajar en dicha oficina, convirtiéndose enseguida en el perejil de todas las salsas. Desde detrás del mostrador recibía a turistas y atendía a vecinos. Cualquier cosa que se estuviera cocinando en Sangüesa fuera en el ámbito de la cultura, del arte, del ocio o de la vida, tenía un ingrediente omnipresente: “la Riki de Turismo”
Y es que, como ella misma relataba en una entrevista publicada en Diario de Navarra en 1992, “Tenía mucha ilusión” Todo acompañaba: El año anterior había sido Jacobeo; en Sangüesa se inició la restauración de la Iglesia de Santiago y el Palacio Príncipe de Viana. El despertar del turismo propició la construcción del Hotel Yamaguchi… un periodo ilusionante en el que la población hervía en ganas de hacer cosas. Muchas de ellas, la mayoría, se canalizaron a través de Riki: fue una de las fundadoras del Tele Club Apadul, colaboró durante décadas con la Cabalgata de Reyes y con la Agrupación del Misterio para la que negoció y consiguió una subvención del Ministerio de Información y Turismo fundamental para su continuidad.
Riki también mantuvo colaboración con la Asociación de Jubilados “Horizonte” y con Tasubinsa. Y es que la estratégica ubicación de su oficina, justo al lado de los locales ocupados por la antigua fábrica Sangüesina Textil, propició el contacto y contagio con sus trabajadoras de esa ilusión y vitalidad. De esta manera, cuando para sacar adelante sus ideas necesitaba colaboradoras las buscaba entre esas trabajadoras. Siempre las encontraba. Así, cómo nos recordaban Reyes y Gloria, salieron adelante exposiciones, debates, obras de teatro, conciertos o el primer homenaje a los almadieros en 1974.
De este ir todos a una, hablaba Riki en la entrevista de Diario de Navarra describiendo su trabajo en Turismo: “Anterior a 1989, el ayuntamiento a través de Diputación, creó las excursiones Empiece por Navarra. Los domingos cogía a mi gente y los organizaba por todos los pueblos. Los viajes valían 100 pesetas y Diputación pagaba el 50%. El recorrido era por Salazar, Roncal, Pirineo aragonés y hasta San Juan de Pie de Port y Saint Palais”.
Desde la Oficina precisamente, se iniciaron los intercambios entre Sangüesa y Saint Palais con los escolares y terminó convirtiéndose en el jumelage entre los ayuntamientos en 1977. Riki estuvo yendo 14 años a Saint Palais con los chicos y los colegios.
Como Riki contaba el Turismo fue “lo mejor de mi vida”. Cuando ella comenzó no había carrera, con unas nociones de francés y con algo de psicología se desenvolvió perfectamente. Lo demás se lo dio la práctica. Personajes conocidos como varios ministros, aparte de Manuel Fraga que vino por la inauguración del Hotel Yamaguchi, o Antonio Gala pasaron por su oficina en la que se deshacía por atenderlos bien, eso sí, disimulando que les había reconocido…
Fue testigo de la evolución de la Cultura y el Turismo en Sangüesa durante los veinticinco años que estuvo al frente de la oficina, una evolución que llegó aquí más tarde que a otros lugares: la mejora de las infraestructuras, las restauraciones en el conjunto de Sangüesa, los numerosos grupos culturales… Lamentaba, eso sí, la baja participación y el descenso paulatino del número de turistas.
Estuvo contratada laboral fija durante todo ese periodo en la Oficina de Turismo, puesto que compatibilizó con el de bibliotecaria desde 1968 cuando obtuvo la plaza por oposición. En una trabajaba por la mañana y en la otra por la tarde, el horario de biblioteca era de siete a diez, primero en el Palacio Príncipe de Viana y a partir de 1982 se ubicó en el local que actualmente ocupa la Coral Nora.
Riki era poco partidaria de homenajes porque “si uno cumple con su trabajo ya vale” recibió la medalla al Mérito Turístico en 1972 en la III Asamblea de Turismo del Pirineo en Puigcerda y el de sus compañeros del Misterio de Reyes en la Misa del 6 de enero de 2002. Se jubiló en 1988 pero como ella contaba “nunca he dejado de hacer cosas, nunca me he quedado en casa. He seguido en contacto con el turismo y no he sentido ningún trauma por tener que dejarlo porque he seguido en otras actividades.”
Atenta siempre a ofrecer su ayuda y… ¡el mejor aspecto posible! coqueta, no olvidaba maquillarse, eternamente joven merced al pacto con el diosecillo del regocijo como la describe Pablo Muñoz, uno de los amigos que hizo en aquella Sangüesa del último tercio del siglo XX que nos apetecía recordar para traer la memoria de las mujeres que dejaron su impronta en la ciudad.
(Gracias Fran.)
¨La mujer en Sangüesa. Algunas noticias para un estudio más profundo” David Maruri Orrantia. Zangotzarra nº. 9 de 2005
“Ricarda López Contín, 25 años en la Oficina de Turismo de Sangüesa” Gema Santamaría. Diario de Navarra, 28 de octubre de 1992.
“Ricarda López Contín, sangüesina vinculada a la cultura local” Aser Vidondo. Diario de Navarra
“Eterna Riky” Pablo Muñoz, Diario de Noticias
“Ricarda López Contín, Riki, pionera de la cultura de Sangüesa” Marian Zozaya. Diario de Noticias