El pasado 30 de mayo, el Ayuntamiento de Sangüesa, junto a las familias y a la Policía Nacional, y acompañados por autoridades y vecinos, homenajeó un año más a los agentes asesinados por la banda terrorista ETA en el mismo día de 2003.
Este es el texto íntegro que leyó el alcalde de la ciudad, Javier Solozábal Amorena:
El 28 de agosto de 2003, el Ayuntamiento de Sangüesa celebró Sesión Ordinaria. Se cumplían casi 3 meses del atentado terrorista con el que ETA asesinaba a los agentes que hoy homenajeamos aquí.
Aquel Pleno aprobó, entre otras cuestiones, la colocación de este monolito en recuerdo a Julián y Bonifacio y su inauguración y acto de recuerdo para el 30 de septiembre del mismo año. Teniendo en cuenta la propuesta de la Comisión de Urbanismo, el Pleno aprobó, con la abstención del único edil de Herri Ekimena, la propuesta.
Casualmente, para esa misma sesión, se llevaba la condena (que tampoco fue unánime) de otros atentados terroristas cometidos en Alicante, Benidorm, Estella y Pamplona. En realidad, no era tan casual. En realidad, esa era la durísima época que vivíamos. Nos concentrábamos semana sí y semana también rechazando a ETA y a quienes aupaban a los terroristas. Y nos concentrábamos para arropar a las víctimas, que no siempre estuvieron acompañadas.
Desde aquí, perdón en nombre de esta ciudad si hubo momentos en los que no sentisteis nuestro afecto o cercanía. Perdón de corazón.
Esto que se dice tan fácil hoy, si nos detenemos a analizarlo en profundidad, es tremendo. Yo, que entonces estaba en época de instituto, sabía casi seguro que el lunes tocaría concentración bajo Las Arcadas del Ayuntamiento porque ese fin de semana habría un asesinato más. O como poco, una bomba que por suerte no pillaría a nadie. Ese era el ambiente de fascismo que construía ETA. Y muchos no eran capaces de condenarlo. Por suerte, otros sí lo éramos.
Lo que jamás había imaginado, ni nadie de los que estamos aquí hoy, es que para entonces ETA también nos habría marcado de por vida. Nos matarían a nuestros maridos, nuestros padres… nuestros servidores públicos. Dejarían en nuestros oídos el sonido de la bomba lapa y su retumbar en los cristales de la ventana. Todos recordaríamos siempre dónde estábamos ese 30 de mayo a las doce y media. Sangüesa, como otros tantos rincones de España, quedaría marcada para siempre.
Pero lo que no preveían ETA y sus palmeros es que ligarían, también, para siempre a Sangüesa con las víctimas. Que nos ligarían con la verdad, la memoria, la dignidad y la justicia.
Por eso estamos aquí hoy, una vez más. Por eso el Ayuntamiento ha declarado Acto Oficial este homenaje; por eso estaremos siempre al lado de las víctimas; y exigiremos el esclarecimiento de este atentado terrorista. Por eso esta tarde, en el Pleno, nos reafirmaremos en la condena que se leyó en 2003.
Gracias a la labor de personas y asociaciones comprometidas hoy este caso no está prescrito del todo. Nos alegramos de que siga abierto y os deseamos justicia. Que haya una mínima reparación de un juicio justo, saber qué pasó y quién lo hizo.
Señores diputados, Gobierno de España: si quieren de verdad hacer algo por las víctimas, modifiquen la ley. Equiparen las indemnizaciones para todas las víctimas que no tienen condena judicial firme a las que sí la tienen; y aporten más medios para seguir investigando los crímenes no prescritos antes de que ya no se pueda hacer nada.
Queridas familias: nada va a compensar vuestro dolor, pero espero que esta ciudad siempre pueda abrazaros con dignidad.
Por vosotros, Bonifacio y Julián.