Ayuntamiento Sangüesa / Zangozako Udala

Senderos de Uñesa

  • Puedes seguir la ruta en el siguiente Track wikiloc o escaneando éste código QR:En este track te guiará por este sendero, acondicionado y señalizado recientemente por el Ayuntamiento de Sangüesa / Zangoza con ayuda del PDR 2014/2020 financiado por el FEADER y Gobierno de Navarra. El importe total del proyecto asciende a 42.730,67 €

 

Introducción:

Este camino rememora antiguas relaciones que mantenían históricas villas de Sangüesa / Zangoza y Rocaforte en el lugar de Uñesa, donde compartían el aprovechamiento del agua y los pastos en el siglo XIX. A su vez, el valle de uñesa ha servido durante siglos de nexo con otras poblaciones cercanas como Aibar / Oibar.

El sendero parte del casco antiguo de la ciudad medieval de Sangüesa / Zangoza, junto a la Calle Mayor, y su trazo principal transcurre durante 12 km por diversos parajes llenos de historia y naturaleza. A orillas del Río Aragón,  inmerso en la fresca vegetación de ribera, la ruta avanza para hacer un pequeño ascenso rodeado de diversas tierras agrícolas (viñedos, cultivos de cereal, almendros, etc.) y alcanzar Rocaforte, también conocida como Sangüesa la vieja. Se trata de una villa que surge de la roca desde tiempos romanos y de gran importancia en la historia de Navarra, ya que vio nacer al rey Sancho Garcés I. El itinerario continúa para encontrarse con la fuente de San Francisco, del siglo XIII (año 1214), y ascendiendo hasta alcanzar el mirador del Romeral que permite contemplar el valle del río Aragón y los Pirineos al fondo con la sierra de Leyre como antesala.

A partir de este punto el sendero se adentra en su tramo más salvaje, discurriendo por un cresterío pedregoso y rodeado de vegetación arbustíva mediterránea para descender al valle de Uñesa. Al final, el recorrido permite acceder al Castillón, una fortaleza necesaria para la defensa de la Merindad y de Navarra.

 

  • Tramo inicial: río Aragón:

Salimos desde el parking junto a la Iglesia de Santa María. Ahí podremos encontrar carteles informativos tanto de los Senderos de Uñesa como de otros senderos y sitios de interés. Cruzando la calle tenemos la oficina de Turismo. Partimos rumbo hacia el puente metálico dejando a nuestra espalda la Calle Mayor de Sangüesa / Zangoza, autentico corazón de la Ciudad y donde se sitúa el Ayuntamiento.

Nada más dar nuestros primeros pasos nos encontramos con el pórtico de la Iglesia de Santa María que constituye una de las obras más interesantes y complejas del arte medieval navarro. El pórtico es de forma rectangular. Lo componen en su parte inferior cinco arquivoltas escalonadas, que contienen 84 figuras y que forman un arco apuntado que rodean el tímpano y el dintel y que descansan en tres columnas por cada lado con figuras. Sobre esta parte inferior que se termina con un cornisamiento estrecho, se elevan dos filas de arquerías con doble columnas que albergan catorce figuras que representan a los apóstoles y dos ángeles y en el centro de la fila superior a Cristo. Las dos hileras de arcos se separan por una moldura y los arcos se cierran por arriba con un friso de hojas. En las enjutas, además de las representaciones religiosas, hay múltiples relieves de rico simbolismo. En el tímpano se representa el juicio final.1​2​ El borgoñón Leodegarius firmó la imagen de Santa María que decora la segunda columna del lado izquierdo en el primer cuerpo. Ante el retraso de la obra, el rey retiró a Leodegarius de la dirección de la misma, y se la entrega al experimentado y veterano maestro de San Juan de la Peña, que la termina. La iglesia de Santa María se construyó entre los siglos XII y XIV y es románica – gótica. Está constituida por una planta de tres naves, crucero alineado y ábsides semicirculares. Sobre el crucero de la nave se eleva la torre. El retablo mayor, sobre la imagen de Nuestra Señora de Rocamador,3​ es de estilo plateresco (1550-1570), obra de Jorge de Flandes (que residió en Sangüesa desde 1554 hasta su muerte en 1586).

Dejamos atrás el pórtico de Santa María y cruzamos el Río Aragón por la pasarela del puente de Sangüesa, también conocido como puente de hierro, puente metálico o puente sobre el río Aragón. Está construido en el lugar donde se situaba un puente medieval de piedra. El puente original de piedra fue construido entre 1089 y 1093 por orden del rey Sancho Ramírez, y servía de paso entre Navarra y Aragón. Además del puente decidió construir la iglesia de Santa María la Real y un palacio. La posición del puente determinó, ya en 1222 con la repoblación de Sangüesa la Nueva, el trazado de la rúa Mayor de la localidad, que sirvió como punto de partida para la planificación de la ciudad. El puente medieval tenía siete arcos de medio punto, con el arco central de mayor tamaño, y con una longitud total de 120 metros. El 16 de mayo de 1891 la Diputación Foral de Navarra y la Societé Anonyme de Construction et des Ateliers de Willebroeck de Bruselas llegaron a un acuerdo para la construcción de un nuevo puente de hierro. Se derribaron los tres arcos centrales de piedra y se sustituyeron por un puente de piedra de 67,70 m de luz, con dos vigas de celosía de 6,75 m de alto. El puente terminó de construirse el 15 de noviembre de 1891 y costó 89 000 francos. El puente ha sufrido varios arreglos menores y mantenimiento periódico y unas reparaciones en 1984. La presa que desde la pasarela fue construida para alimentar la central hidroeléctrica “Electra municipal” que pertenece al Ayuntamiento de Sangüesa-Zangoza y se sitúa en la margen izquierda, al otro lado del río para el que pasea. La presa, la playa fluvial y la isla que forma el río aguas abajo de la misma y la zona de agua remansada por encima de aquella son frecuentadas por sangüesinos y sangüesinas en verano, lugar de baño, de juegos, de saltos, de piraguas…Una vez hayamos cruzado el río nos mantendremos en su margen hasta llegar al letrero indicativo. Seguiremos unos pasos en la dirección que llevamos y enseguida tomaremos el camino que nos acerca a la orilla del río (derecha)

El río Aragón nace en el Pirineo de Huesca, en el circo glaciar del Valle de Astún, atraviesa tierras de la Jacetania, la Canal de Berdún y entra en Navarra por Yesa dónde es represado. Recibe las aguas de importantes afluentes como EscaIrati y Arga por su margen derecha y Onsella por la izquierda en una cuenca de 8.524 km2 para verter, al final de sus 195 km de recorrido, 1.300 hm3 de media al año, al río Ebro, en la localidad de Milagro.

Con importante aporte nival en su nacedero, el deshielo marca la época de sus mayores crecidas aumentadas por las lluvias primaverales que hacen crecer el caudal de río Irati y su afluente el Salazar.

Los quince kilómetros del Aragón por término sangüesino están declarados ZEC, Zona Especial de Conservación; se trata de áreas de gran interés medioambiental para la conservación de la diversidad, las cuales han sido designadas por los estados miembros de la Unión Europea para integrarse dentro de la Red Natura 2000. El Plan de Gestión de la ZEC del tramo medio del Río Aragón fue aprobado por el Decreto Foral 53/2016.

En este recorrido se nos invita a conocer paseando una parte de la historia, la más reciente, y comprender la importancia que el río ha tenido en el desarrollo económico e industrial de Sangüesa-Zangoza, además de conocer la flora y fauna que le son propias.

Flora:

La cercanía del agua propicia una flora característica, que acompaña la corriente en estos tramos medios y bajos de los ríos, formando franjas de vegetación: en aguas poco profundas encontramos carrizos y aneas o espadañas, los juncos prefieren zonas fuera del agua, al igual que mimbreras, sauces y alisos que se instalan en la misma orilla necesitando inundaciones periódicas, bajo sus ramas crecen plantas como cola de caballo, ortigas o mentas. Las choperas y alamedas forman los sotos o bosques de ribera, en los que aunque predominen chopos y álamos podemos encontrar gran cantidad de especies: arces, frutales silvestres, serbales… Los olmos marcan el límite de la vegetación de ribera mezclándose ya con la flora típica mediterránea del entorno.

En este tramo del Aragón y por esta margen, la franja de bosque de ribera es muy estrecha, por ser la orilla escarpada y la vegetación propia de ribera apenas ocupa unos metros de anchura, sucediéndose rápidamente unas especies a otras. Podemos encontrar entre los chopos autóctonos (Populus nigra) y álamos blancos (Populus alba), ejemplares de chopos lombardos retoños de una explotación maderera antigua plantada en 1932 por la Industrial sangüesina.  Reseña aparte merecen algunos pequeños ejemplos de olmo como recuerdo de las magníficas olmedas que existían en parques y jardines hasta que el hongo de la grafiosis acabara con ellas a finales del siglo XX.

Fauna:

Macroinvertebrados: El río alberga una gran cantidad de macroinvertebrados que dependiendo de sus requerimientos alimenticios y fisiológicos ocuparán unos biotopos u otros. Los hay que tienen preferencia por vivir en aguas corrientes y los que viven en aguas estancadas, presentando adaptaciones para ocupar lugares donde otros no podrían sobrevivir: bajo las piedras, semienterrados, otros viven suspendidos del medio, en galerías, otros sujetos al sustrato. Son imprescindibles para mantener el ecosistema: Constituyen un eslabón muy importante dentro de la cadena trófica puesto que muchos vertebrados se alimentan de ellos, algunos son descomponedores de la materia orgánica, otros son fitófagos, los hay depredadores, parásitos etc.

Peces:

En la actualidad en el Aragón predominan los ciprínidos frente a los salmónidos que son más exigentes con la calidad del agua. Entre éstos podemos encontrar dos especies de trucha: la trucha arco iris  (Salmo gardneri) y la trucha común (Salmo trutta faio). Necesitan vivir en aguas frías, rápidas y oxigenadas. La primera es introducida y compite con la autóctona por el hábitat.

Entre los ciprínidos encontramos barbos, carpas y madrillas con poblaciones numerosas que ocupan todos los tramos del río. La chipa (Phoxinus phoxinus) es el más exigente de entre los ciprínidos en calidad de las aguas por lo que su población ha disminuido.

Anfibios y reptiles:

Los ríos son ecosistemas ricos en especies de vertebrados, unas veces porque allí encuentran refugio y alimento y otras porque dependen estrictamente  del medio acuático como la rana verde (Pelophylax perezi) el sapo común (Bufo bufo) y el sapo partero (Alytes obstetricans) que se reproduce en charcas y arroyos. El tritón jaspeado (Triturus marmoratus) vive cerca del agua reproduciéndose en aguas quietas con vegetación o charcas.

Hay dos reptiles muy ligados al medio acuático: la culebra de collar (natrix natrix) y la culebra viperina (natriz maura) ambas carecen de veneno y se alimentan de pequeños peces y anfibios si bien la viperina es mucho más acuática. Su comportamiento defensivo es muy notable: cuando se siente amenazada aplana la cabeza, que adquiere una forma triangular, silba y muestra el diseño dorsal, lo que la hace similar a una víbora. A pesar de ello, es una especie muy tranquila y no ataca más que a sus presas. Cuando es capturada descarga un líquido repelente de sus glándulas anales.

Crustáceos:

El cangrejo autóctono propio de los ríos europeos, Austropotamobius pallipes, ha desaparecido del cauce del Aragón, en la actualidad se mantiene alguna población en regatas de montaña mientras que en los tramos bajos ha sido desplazado por dos especies introducidas de cangrejo americano: el rojo, Procambarus clarkii y el señal, Pacifastacus leniusculus.

Aves:

Si tenemos paciencia y un poco de suerte podremos descubrir aves como el martín pescador (Alcedo atthis) en vuelo rasante sobre la lámina de agua destacando sus colores azul y anaranjado, oropéndolas, autillos y ruiseñores que recibimos con el buen tiempo.

Durante todo el año es fácil encontrar nadando a parejas de azulones, cormoranes zambulléndose a por sus presas y garzas reales en vuelo o posadas en sus oteaderos.

Mamíferos:

Especies características de micromamíferos en este hábitat son la musaraña común (Crocidura russura) y la rata de agua (Arvicola sappidus), el lirón careto ((Elyomis quercinus) o el ratón de campo.

Los mamíferos de mayor tamaño encuentran en los sotos un refugio seguro. Aunque esta zona está intensamente humanizada podemos encontrar sus huellas o rastros como los que dejan los castores, especie cada vez más común en las aguas del Aragón: ramas y troncos roídos o los túneles que forma en  la vegetación en sus trasiegos diarios.

La progresiva mejora en la calidad de las aguas ha procurado también refugio a la nutria (Lutra lutra) a la que no es difícil ver en familia disfrutando de un chapuzón.

El tramo medio del Aragón es considerado hábitat característico del visón europeo, especie en peligro de extinción.

Nada más comenzar a andar por el sendero deberemos cruzar el barranco de Gayán casi en su desembocadura en el río. Es el cauce que recorre el fondo del valle de Uñesa recogiendo las aguas de escorrentías y manantiales de ambas laderas para aportarlas al Aragón. Volveremos a encontrarlo más adelante.

EL RÍO, MOTOR ECONÓMICO DE SANGÜESA-ZANGOZA

La huerta sangüesina:

El sendero nos lleva entre las aguas del río y las de la acequia de Pastoriza, que transporta las aguas del río Irati, que sirven, primero, para refrigerar la central térmica de biomasa (paja de cereal), ubicada en el polígono industrial de Rocaforte y aguas abajo regar la huerta sangüesina: La hortelanía fue desde siempre uno de los medios de vida más importantes de la localidad. Así lo describe M. Ancil en su Monografía de Sangüesa. Pamplona 1943: “La riqueza es la agricultura y especialmente la hortícola. El número de hectáreas dedicadas a huerta aumenta cada año. Las ricas y frondosas vegas de Pastoriza, Sotico Batán, Ribalagua y Cantolagua producen anualmente muchas toneladas de frutas y hortalizas de excelente calidad, sobresaliendo las famosas alubias de Sangüesa. Puede afirmarse que la feraz y bien cultivada huerta sangüesina es el sostenimiento de un sesenta por cien de la población. Sus productos se exportan a diario a Pamplona y pueblos comprendidos en el trayecto a Jaca”

Ruta almadiera:

Sangüesa, fue el paso obligado de las almadías aragonesas de los valles de Hecho y Valdearagüés y de las navarras de Roncal, Salazar y Aézcoa y uno de los principales puertos del largo recorrido hacia el Ebro y Tortosa, hasta bien entrado el siglo XX. No era sólo Sangüesa parada y fonda de los almadieros sino un centro comercial. Aquí los comerciantes maderistas firmaban ante notario los contratos de compraventa comprometiéndose a poner una cantidad de maderos de medidas concretas, en una población del recorrido, por un precio determinado.

Hay noticias documentales de que en 1349 las almadías de Hecho pasaban por el arcal de rey o presa de la Nora de Sangüesa. El tráfico maderero experimentó un notable auge en el siglo XV por las obras de los castillos reales de Olite y Tafalla, en el XVI por la de la Ciudadela de Pamplona. Los bosques pirenaicos comenzaron a proporcionar remos y mástiles a la Real Armada. La edad de oro del transporte almadiero comenzó a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. El Estado necesitaba ingentes cantidades de madera para las obras del canal Imperial y Tauste y para los Reales Astilleros de Cartagena. Las almadías a su paso por la localidad producían notables ingresos económicos pues pagaban varios impuestos por cada madero.

Durante el siglo XIX tras las guerras civiles las almadías recobraron su importancia: hombres de negocios levantaron serrerías mecánicas en Aoiz y Sangüesa. En 1906 el aezcoano Domingo Elizondo fundó la Sociedad “El Irati”, una de las empresas navarras más importantes de la primera mitad del siglo XX que representa uno de los ejemplos más interesante de las múltiples posibilidades abiertas por la electricidad en el terreno industrial. Los socios fundadores de la empresa, sin ser innovadores, sí que tuvieron la habilidad de conocer y utilizar la última tecnología eléctrica disponible para dar sentido industrial a una actividad tradicional ligada al mundo rural como la explotación maderera. La Sociedad “El Irati” pretende explotar la riqueza forestal del monte de este nombre, bajar almadías hasta Aoiz y mediante un tren eléctrico, movido por la fuerza hidroeléctrica de la misma empresa transportar la madera hasta Pamplona. Este primer trayecto fue reformado gracias a las gestiones de Lorenzo Oroz y al interés del Ayuntamiento sangüesino de que el tren llegar hasta Sangüesa. Tenía un recorrido de 58 km. Y un presupuesto de 4.421.375 pesetas. Fue su autor el ingeniero donostiarra Carlos Lafitte. Este cambio permitía transportar mayor número de viajeros y mercancías pero sobre todo llevar hasta Pamplona la madera bajada por el Salazar y el Esca-Aragón. Fue el primero construido en España por su longitud, pero, sobre todo, por la innovación que suponía emplear un sistema de tracción por corrientes alternas simples, ideado por M. Latour. Inaugurado el 23 de abril de 1911 realizó su último viaje el 31 de diciembre de 1955, era ya hacía años, insostenible su continuidad por la competencia del transporte de personas y mercancías por carretera.

Las almadías habían recobrado importancia debido a la escasez de combustible tras la Guerra civil de 1936 que revivió este comercio aunque por poco tiempo pues al completarse la presa del pantano de Yesa, en la década de los 50, desapareció para siempre este original transporte multisecular. Sin embargo la presa de Sangüesa mantiene la rampa que permite bajar a las almadías con ocasión de algún espectáculo u homenaje a los almadieros.

Presa y central hidroeléctrica:

La presa que encontramos nada más iniciar el camino fue construida para alimentar  la central hidroeléctrica “Electra municipal” que pertenece al Ayuntamiento de Sangüesa-Zangoza y se sitúa en la margen izquierda, al otro lado del río para el que pasea. Funciona mediante el caudal detraído al río, contando con una concesión de 16m3/seg. otorgada por la Confederación Hidrográfica del Ebro que vence en el año 2025. Tras accionar las turbinas el agua es devuelta al río unos metros más abajo.

Ya en 1920, cuenta el cronista oficial de la ciudad D. Juan Cruz Labeaga Mendiola, que Sangüesa disponía de esta central para su alumbrado público y privado. (Aunque ya veremos cómo Sangüesa dispuso de suministro eléctrico bastante antes.)

La presa, la playa fluvial y la isla que forma el río aguas abajo de la misma y la zona de agua remansada por encima de aquella son frecuentadas por sangüesinos y sangüesinas en verano, lugar de baño, de juegos, de saltos, de piraguas…

Industria: 

Quien se decida a recorrer este sendero va a sorprenderse. El circuito busca la naturaleza desde el río al sinclinal de Rocaforte, hábitats muy diferentes, busca un cierto esfuerzo físico por distancia y desnivel pero a la vez nos lleva por la ruta que une las empresas más importantes de la industria actual de Sangüesa-Zangoza.  La transformación industrial iniciada en el siglo XX y la progresiva mecanización de las labores del campo hizo que paulatinamente y a mayor velocidad a partir de los años sesenta y setenta del siglo XX, la población fuera dedicándose a trabajar en dicha industria.

EMBUTIDOS GOIKOA

Embutidos Goikoa es uno de los principales productores de cárnicos de España, especializado en chorizo sarta, curados y chistorra. Se trata de una compañía sangüesina de origen familiar fundada en 1929: nace como una pequeña carnicería de la localidad donde Eugenio Jiménez, producía y ponía a la venta su propio embutido. En 1970 toma el relevo su hijo Javier que se convirtió en empresario cárnico. El significativo crecimiento de la empresa familiar hace que ésta se constituya como Sociedad Anónima, pasando a llamarse Embutidos Goikoa, S.A. En 1999 se amplían las instalaciones inaugurando la planta de 7.000 metros cuadrados que dejamos a nuestra izquierda que se doblará en 2002 con unas nuevas instalaciones situadas en el Polígono Industrial de Rocaforte. Hoy con casi cien años de historia a sus espaldas y en manos de la tercera y cuarta generación de la familia, se ha convertido en uno de los cinco primeros fabricantes de loncheados de embutido curado de España, con una capacidad de producción actual de 12.000 toneladas al año.

Embutidos Goikoa cuenta con una de las gamas de productos más amplias del mercado. Una producción que genera importante cifra de negocio y que permite a la empresa exportar a más de 20 países de todo el mundo, dichas exportaciones suponen el 43% de la facturación de la marca y emplea a más de 150 personas.

LA INDISTRIAL SANGÜESINA:

La producción eléctrica generada en los saltos de agua explica la creación del mayor complejo industrial integrado en España, en esa época, la que se ha dado en llamar Segunda Revolución Industrial a la que Navarra no era ajena. Aprovechando la situación geográfica a orillas del Aragón, lugar de paso de las almadías que transportaban la enorme riqueza forestal existente en Navarra y cercana a tierras cerealistas, los herederos de Ramón Jabala promovieron junto con otros navarros, todos ellos vinculados a la ciudad, la constitución de la sociedad: “La Industrial Sangüesina” una empresa pionera en el desarrollo empresarial de la zona gracias a la producción eléctrica, la industria harinera y la serrería; y su comercialización (ferrocarril), al tiempo que la venta de sus excedentes energéticos se hacía en el mercado más importante de Navarra. Quedó constituida el 2 de mayo de 1903.

Pero antes, incluso, de la constitución de dicha sociedad, la familia Jabala desde 1899 ya daba luz a Sangüesa gracias a la Central eléctrica que poseía en el terreno conocido como Entrambasaguas, el lugar en el que Irati y Aragón se unen. Esta central se servía para su funcionamiento de la presa construida a tal efecto en el río Aragón. A partir de 1905 había luz en las horas diurnas y no sólo en las nocturnas puesto que en la primera mitad del siglo XX los puntos de luz se habían multiplicado y la electricidad se hizo muy necesaria con la aparición de los primeros electrodomésticos, de los cinematógrafos etc. La primera noticia a este respecto es de 1908 en que se deseaba instalar un cine en Sangüesa, en 1912 la central suministraba fluido eléctrico para el cine de la Sociedad El Recreo.

Desde el inicio de la Sociedad el negocio harinero fue ya de relevancia, en 1903 se instaló un molino harinero en Sos del rey católico movido por la energía eléctrica de la empresa que se sumó al que ya poseía en Rocaforte, el negocio de la harina marchaba a buen ritmo lo que permitió la transformación del molino en una fábrica de harinas hubo que invertir en maquinaria y negociar con La Sociedad el Irati el paso y la parada del ferrocarril en sus instalaciones para cargar directamente los vagones desde el cargadero expresamente construido y que aún se conserva. La fábrica de harinas se cerró en 1968.

Para la actividad de serrería la Industrial estaba magníficamente ubicada, la madera se adquiría en los bosques pirenaicos se bajaba por el cauce de los ríos, se ataban las almadías a unas argollas y por medio de poleas se subían por unas rampas a los locales de la Serrería. En los inicios de la Sociedad la madera que se compraba era de pino coral y abeto si bien en los años veinte se empezó a adquirir madera de haya en Espinal y Burguete y en 1938 la Industrial sangüesina constituyó una sociedad con la Administración Judicial de los Bosques de Hecho para la corta, aserrado y venta de la madera. En la Industrial sangüesina trabajaban en 1928, 52 hombres y 7 chicos en tres turnos de trabajo que adecuándose a la ley de 1931 eran de ocho horas.

Un devastador incendio, en junio de 1965, destruyó todas las instalaciones, maquinaria e incluso la madera almacenada, fue reconstruida y mejorada con adquisiciones de máquinas e instalaciones que le permitieron adecuarse a un mercado cambiante y continuar su actividad hasta 2014 cuando tras más de un siglo la empresa dedicada en exclusiva a la actividad maderera cerró sus instalaciones.

 

  • Tramo de Rocaforte:

El sendero deja atrás el río Aragón, que ya ha recibido aguas arriba las del Irati, en el término tan elocuente de Entrambasaguas, y nos lleva hacia Rocaforte. Rocaforte es un concejo de la Comunidad Foral de Navarra perteneciente al municipio de Sangüesa. Está situado en la Merindad de Sangüesa, en la Comarca de Sangüesa y a 40,5 km de la capital de la comunidad, Pamplona / Iruña. Denominada en la documentación medieval como Sangüesa la Vieja. Es la primitiva villa de la actual y vecina ciudad de Sangüesa Desempeñó un gran papel defensivo del Reino de Navarra en los siglos X y XI. El importante castillo fue derruido en 1516 tras la conquista de Navarra. Nos vamos a encontrar un relieve en forma de pliegues que caracteriza a esta zona geológica del sur de las Sierras de Izco y Leire: del sinclinal de Rocaforte al anticlinal de Aibar.

El sinclinal de Rocaforte o Sangüesa afecta a las facies detríticas del oligoceno correspondientes a la formación de Sangüesa: una fluvial y predominantemente areniscosa y otra lacustre y fundamentalmente arcilloso-margosa. Las crestas formadas por esas areniscas alcanzan los 700m en Salajones y los 564m de Rocaforte, que llegan hasta los 606m. en el  Barrio Alto. Entre ambas crestas deambula nuestro paseo acompañado por los barrancos de Basobar y de la Val, que ocupan el fondo del valle excavado en las margas y arcillas hasta desaguar en el río Irati.

Vegetación:

Con la promesa de unas buenas vistas desde lo alto, afrontamos la subida entre tierras de labor, almendros y huertos de frutales. Llegamos al pueblo de Rocaforte y el paisaje empieza a cambiar encontrando una vegetación mediterránea: a la derecha el Solano de la Fontana, con zonas de monte bajo (bojes, coscojas y carrascas) y a la izquierda la ladera de Viñero, caranorte o “paco” como se conoce en Sangüesa, que al mantener un mayor grado de humedad es ocupado por encinas y algún quejigo, y matorral de mayor porte sobre todo boj que casi desplaza a la coscoja.

La encina (Quercus ilex) es un árbol austero, de hoja perenne que puede alcanzar hasta los 20 m. de altura aunque en ocasiones nos parece otro arbusto. La ladera de Viñero es uno de los pocos reductos de los alrededores de Sangüesa en los que podemos encontrarlas al estar relegadas a colinas o laderas altas. Sus bellotas dulces, tostadas y asadas se consumieron en época de penuria.

La coscoja (Quercus coccifera) se defiende de la sequía y de la boca del ganado con hojas duras, pequeñas y llenas de pinchos. Puede vivir en terrenos muy pobres, formando una maraña densa y cerrada protectora de la fauna y del suelo frente a la erosión. Su desaparición es paralela a la pérdida del suelo.

Romero (Rosmarinus officinalis) es el arbusto aromático que da nombre al término “Romeral” en Rocaforte, en el que se da esta planta aromática. De hoja perenne florece en primavera y otoño con flores de tonos violetas, puede alcanzar los dos metros de altura.

En el fondo del barranco las huertas primorosas que los”rocaforteros” cultivan. Dependiendo de la temporada: tomates, lechugas, cardos, acelgas o borrajas…

La fuente de San Francisco y el lavadero son un entorno fresco y acogedor para paseantes y refugio para pequeñas aves. Hay quien dice que brotó al paso de San Francisco de Asís en su peregrinaje a Santiago allá por el siglo XIII. El mismo San Francisco en su peregrinación fundó en Rocaforte el primer convento Franciscano de España. (El agua no es potable)

El sendero continúa hacia arriba cercano al barranco jalonado de tanto en tanto por altos chopos,  hasta llegar a una zona más alta y abierta donde se combinan campos cerealistas con extensiones de monte bajo y ezpuendas, esta combinación tiene gran importancia para Rocaforte y un alto valor medioambiental.

Alcanzado el mirador del Romeral seguimos por la cresta entre vegetación de matorral: carrasca, coscoja, enebro, romero, tomillo, aliagas… pastoreado tradicionalmente, también en la actualidad, las plantas no alcanzan todo su desarrollo. La combinación de distintas aromáticas y los vivos colores de sus flores dan al paseo en primavera un mayor aliciente. El camino nos conduce hacia el fondo del valle de Uñesa.

Fauna:

La fauna asociada a este ecosistema es variada. Al existir refugios naturales entre los campos de cultivo, perdices, conejos o zorros encuentran lugares de cría, podemos ver corzos, cada vez más abundantes y aves como milanos, cernícalos, ratoneros y algún mochuelo.

La presencia de buitres es habitual en sus desplazamientos desde la vecina Foz de Lumbier.

Entre los reptiles, la culebra bastarda y la de escalera. Fácil de ver es la lagartija.

Usos industriales:

Agricultura y ganadería han sido los motores económicos de la zona durante muchos siglos: cereal, vid, olivos, almendros,  han ocupado todos los campos que podían cultivarse dejando las laderas más escarpadas al ganado de ovejas y cabras. Iniciado el desarrollo industrial se han combinado ambas actividades (agropecuarias e industriales), si bien las ayudas provenientes de Europa han marcado si se ponía viña o se arrancaba…

Desde finales del siglo XX las distintas administraciones han fomentado el establecimiento de nuevas industrias para afrontar el reto de la producción de energía eléctrica sin aumentar las emisiones de Dióxido de Carbono a la atmosfera. Este gas, junto con otros, es causante del llamado “efecto invernadero” que causa el calentamiento global, un problema a escala planetaria.

Navarra fue una comunidad pionera en el desarrollo de las energías obtenidas a partir de fuentes renovables, la instalación de parques eólicos iniciada en 1995, propició la progresiva implantación de nuevas tecnologías renovables que permitieron que Navarra ya en 2003 generara el 56% de la energía eléctrica que consumió a partir de fuentes renovables. La Comarca de Sangüesa es un buen ejemplo: centrales hidráulicas, placas solares, parques eólicos y la central de biomasa aprovechan el agua, el sol, el viento y la paja de cereal para la producción de energía eléctrica renovable. El paseo nos acerca también a conocerlas:

Planta de Biomasa de Acciona Energía:

Conforme dejamos el río atrás nos acercamos a la zona industrial dominada por dos altas chimeneas, a la izquierda, la de la Papelera de Smurfit Kappa y a la derecha, algo más alejada, la de la Planta de Biomasa de Acciona Energía.

Fue puesta en marcha en el año 2002 siendo referente en el sur de Europa en la producción de energía eléctrica a partir de la paja de cereal. Tiene 30 megavatios de potencia y es capaz de producir la energía necesaria para 60.000 hogares, si esta misma cantidad de energía se produjera en una central de carbón se emitirían a la atmosfera 160.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

Su materia prima es la paja de cereal, un subproducto agrícola que se compra a los productores de la zona, llega en camiones, empacada, desde hasta 70 km a la redonda. Del almacén, si reúne las condiciones óptimas de humedad y ausencia de cloro, pasa por una cinta transportadora hasta el horno que consume una paca de entre 350 y 400 kilos por minuto, 160.000 toneladas al año.

Se quema en el horno para calentar agua hasta los 540º  que transformada en vapor hace girar una turbina que mueve el generador para producir la electricidad. Por una canalización subterránea la electricidad producida llega a la subestación del polígono industrial desde donde se inyecta a la red para su consumo. El vapor de agua se enfría hasta convertirlo de nuevo en agua líquida por la acción del agua fría que se toma de la acequia de Pastoriza. El agua enfriada en circuito cerrado vuelve a la caldera para iniciar de nuevo el proceso. El agua fría es devuelta a la acequia.

La planta de biomasa es capaz de producir energía durante las 24 horas del día puesto que no depende de las condiciones meteorológicas como sucede con las placas solares que de noche no producen o los aerogeneradores que precisan de viento por lo que complementa la producción renovable de Navarra al igual que las centrales hidráulicas.

Puede suscitar dudas calificar la biomasa como un recurso renovable puesto que se quema, no es como el viento o el sol que no se agotan ni gastan después de haber movido los aerogeneradores o hecho producir a las placas solares. Y sin embargo lo es, ¿le damos una vuelta mientras seguimos el camino?

Parque eólico de Salajones:

En las estribaciones de la sierra de Izco se encuentra el Parque Eólico de Salajones cuyos aerogeneradores flanquean el paseo desde que comenzamos la subida a Rocaforte. Son un total de 33, instalados en 1997 y gestionados por Acciona energía.

Este modelo de aerogenerador se compone de una torre de 50 m de altura, tres palas de unos 25 m de largo sujetos a un rotor que gira impulsado por el viento sobre un eje cuyo movimiento se transmite al generador ubicado en la góndola produciendo electricidad. Se conduce por el interior de la torre y una línea subterránea hasta los transformadores ubicados en el mismo parque que elevan la tensión  a 11.000v   y de allí de nuevo con una conducción bajo tierra hasta la mitad de la ladera y aérea después, se lleva hasta la subestación del polígono de Rocaforte dónde se inyecta en la red.

La parte superior del aerogenerador se orienta siempre en contra del viento, una veleta le indica la dirección para que se posicione adecuadamente y un anemómetro advertirá si la velocidad del viento es excesiva. En ese caso, por encima de los 80 km/h, las palas del aerogenerador se pondrán de perfil, en posición de bandera, de modo que no ofrecen resistencia al viento que no las mueve y el aerogenerador se detiene.  Esto protege las palas y evita averías.

Los aerogeneradores del parque de Salajones son pequeños y no muy potentes, tienen una potencia de 660 Kw podemos calcular que si produjeran al 100% de su potencia de forma continua bastaría uno de ellos para suministrar la electricidad que consumen 300 personas. Hoy en día se fabrican ya aerogeneradores de 7,5 megavatios de potencia, más de once veces más potentes.

Tras su instalación se realizó un seguimiento de las colisiones de aves contra las palas y las afecciones a murciélagos que por su delicada constitución se ven succionados por el movimiento de las palas y se introdujeron medidas correctoras para minimizarlas, se eliminó uno de los aerogeneradores, dejando un mayor espacio en la zona más transitada y se pintó el extremo de una de las tres palas.

Toda actividad humana conlleva unas consecuencias que afectan al medioambiente, es indudable las afecciones a aves y murciélagos, el impacto visual de parques de más de cien aerogeneradores en las crestas de las sierras pero también producen un beneficio global al evitar emisiones de CO2. Un megavatio eólico ahorra la emisión anual de 3.900 toneladas anuales de CO2, 75 toneladas de SO2, (dióxido de azufre) y produce la energía de 245 toneladas de petróleo. Si tenemos en cuenta además que aquí tenemos viento pero no tenemos petróleo sumaremos otras ventajas derivadas de la autosuficiencia energética, electricidad que crea puestos de trabajo y se consume en dónde se produce creando riqueza también para los municipios en los que se instalan los parques como es el caso de Rocaforte.

Lugares del tramo:

Mirador del Romeral: Desde éste balcón privilegiado podremos ver las sierras de Izco, Leyre, Pirineos, Santo Domingo y Peña. También divisaremos Rocaforte, Sangües / Zangoza, su polígono, y toda la Val d’Onsella (Aragón).

Cresta del Romeral: Desde la misma divisaremos Cáseda, Gallipienzo, Aibar / Oibar y su Val así comoLa Vizcaya y, a nuestros pies, el valle que da nombre a estos senderos: Uñesa.

  • Tramo Valle de Uñesa y Arangoiz

Descendemos por el sendero que nos lleva hacia el fondo del valle de Uñesa por el que transcurre el barranco de Gayán, llamado de Uñesa en su origen, cerca de la villa de Aibar-Oibar. Recoge las aguas de las escorrentías y de algunos manantiales y afloramientos para conducirlas hasta el río Aragón. Por su desembocadura hemos pasado al inicio del sendero salvando las aguas con una pasarela. Normalmente pacífico, también ha provocado inundaciones tras descargar fuertes tormentas en su cabecera.

Vegetación:

Este valle, como los paralelos, se ha excavado en las margas y arcillas. Está dedicado a cultivos tradicionales: cereal, vid y algo de olivo introducidos en la zona por los romanos. La vid se daba bien en el término de Uñesa y llegó a producirse un vino con ese nombre en la Bodega Cooperativa “San Sebastián” de Sangüesa. Pocas viñas quedan en Uñesa a día de hoy y tampoco la Bodega continúa activa. Las nuevas generaciones no han conocido la expectación que producía en niños y niñas la caravana de tractores con sus remolques llenos de uva que descargaban uno a uno por la rampa de la bodega desapareciendo en su interior, allá por el mes de octubre.

El camino se torna amable, ancho y cómodo. En las cunetas y cerca del barranco surgen aneas o espadañas delatando el agua que circula muy cerca de la superficie, algún chopo aislado al lado del puente… la vegetación natural es escasa. A ambos lados del camino o separando campos de distintos propietarios aparecen setos o espuendas poblados de rosales silvestres (Rosa canina), zarzas (Rubus ulmifolius)  abundantes de moras en agosto y algunas plantas de arañones (Prunus spinosa), las endrinas que son recogidas para elaborar patxaran en casa.

Los setos han tenido distintas funciones y han sido aprovechados desde antiguo. De los setos se sacaban varas y palos en los que se tallaba utensilios para el hogar, frutos como las citadas moras, patxaranes o escaramujos y productos medicinales como el saúco (Sambucus nigra)  también representado en esta zona. En zonas expuestas se conservaban setos de más porte como cortavientos que protegen los cultivos y a los insectos polinizadores mejor que un muro contra el que choca el viento generando turbulencias.

Las concentraciones parcelarias han perjudicado esta vegetación natural que se mantiene en zonas marginales.

La zona alta de la ladera derecha cobija una plantación de pino alepo (Pinus halepensis), bastante antigua, data de en torno a 1925. El pino Alepo o pino carrasco es una variedad mediterránea que se cultiva en las zonas más secas y de suelo más degradado. Es un árbol de crecimiento rápido, pionero en tierras ácidas y llega a vivir 200 años. Los plantados en esta zona no han crecido mucho en sus casi cien años de vida probablemente por la escasa calidad del suelo.

Nos espera una sorpresa conforme llegamos a Sangüesa, que nos llamará la atención en otoño y es que entre el verde oscuro de los pinos en el collado entre dos cerros destacan unos arbustos rojos que pasan desapercibidos durante el resto del año. Se trata del zumaque (Rhus coriaria), un arbusto de alrededor de un metro de alto, posee hojas muy verdes con tacto suave que producen un aceite llamado urushiol. Las flores crecen en forma de ramilletes y poseen un color amarillo verdoso, el fruto es del tamaño de un guisante de color pardo-rojizo. Es una planta de origen persa introducida en Navarra probablemente como colorante, por sus usos terapéuticos y por sus taninos para curtir las pieles. Sólo se cita en la zona de Estella-Lizarra dónde ya se cultivaba hacia el siglo XII. Hoy  hay un sendero interpretativo en la ciudad del Ega que revela la importancia de su cultivo y comercio.

Fauna:

La fauna asociada al pinar de repoblación es escasa, pero en combinación con los campos de cultivo, laderas no cultivadas y las ezpuendas que se conservan, ofrece refugio y alimento a pequeñas aves como tarabilla o triguero. Podremos también escuchar el canto que delata a la perdiz.

En época de pasa pueden verse bandos de palomas que utilizan los campos cosechados como área de descanso en su viaje.

Es zona de caza del halcón peregrino. Estos halcones son unos cazadores formidables que atrapan a otras aves (y murciélagos) en pleno vuelo. Los halcones peregrinos cazan desde lo alto. Cuando avistan a una presa, se lanzan en un brusco y vertiginoso picado que puede alcanzar los 320 kilómetros por hora.

Entre los mamíferos, ratones y ardillas que devoran los piñones, conejos que prefieren las zonas de matorral e incluso corzos que se aventuran cerca de las casas del barrio de la Oltra de Sangüesa, situado en esta margen del río, para ramonear las hojas de los geranios.

Lugares del tramo:

Corazón de Jesús: Mirador por excelencia de Sangüesa / Zangoza. Ya en el siglo XX, se lanzó la idea de levantar un monumento, y éste fue bendecido el 18 de junio de 1945. La imagen de la Virgen es de 1881, del pamplonés Martín Eguaras, y la del Sagrado Corazón se trajo de Manresa en 1885. El monumento, sito en el alto de Santa Margarita, está alineado con la calle Mayor.

Castillón: El río Aragón fue testigo mudo de todo lo que aconteció para crear el reino de Pamplona. Entonces Sangüesa, llamada la vieja, y una antigua fortaleza que debió ser el origen del burgo de Castillón, formaron una defensa perfecta frente a las razzias musulmanas que aprovechaban las buenas comunicaciones que facilitaba la calzada romana de Zaragoza-Ejea. Ruta que usaron los musulmanes para intentar someter las tierras de los vascones y también ruta usada por Carlomagno para regresar con sus tropas de Zaragoza antes de ser derrotado en Roncesvalles. Por tanto, era necesario para el pequeño reino de Pamplona defender el espacio amplio que marcaba el valle de Aibar y Valdonsella con fortalezas que controlaran los pasos y mantuvieran una comunicación visual que permitiera avisar de la llegada de tropas hostiles. En el alto de Arangoiz debió existir en esos años una fortaleza diseñada para controlar estos límites del reino gracias a la altura que le facilitaba un cerro, el de Arangoiz, cuya orientación facilitaba la comunicación con otros fortificaciones y lugares importantes como leyre, Aibar, Rocaforte, Sos, Gallipienzo, Peña o Cáseda. En 1171 el rey Sancho el Sabio concedió fueros al pequeño burgo llamado del Castillón y desde entonces comienza a surgir los tenentes en los documentos, si bien la antigüedad del castillo será mucho mayor, tal como sucede en la mayoría de los castillos estudiados. Varios tenentes y alcaides ocuparon el cargo de responsables de Sangüesa, lo que demuestra la importancia de esta fortaleza. Apellidos ilustres como Lehet, Aibar, Uriz, Artieda, Domezain, Ayanz, Suescun, etc. La documentación muestra listado de alcaides, obras, suministros y otros detalles hasta su destrucción definitiva en 1519, una vez consumada la conquista del reino de Navarra y para escarmiento por el intento de levantar la merindad por parte del mariscal Pedro de Navarra en 1516. Fue entonces cuando se intentó someter de forma más clara a la merindad de Sangüesa destruyendo sus castillos más importantes: el Castillón y la fortaleza de Burgui.

 

De vuelta del Castillón emprendemos la bajada a Sangüesa / Zangoza y con ella concluiremos la ruta. Para facilitar ésta empinada bajada se construyeron recientemente unas escaleras junto con una barandilla con cadena. Aun con todo en época de heladas y de lluvias hay que transitar con cuidado ya que es fácil resbalar.

Volvemos al punto de partida y nos recibe la Calle mayor de Sangüesa. Es momento de disfrutar de las gentes, la gastronomía, la cultura y los monumentos de Sangüesa / Zangoza.

 

¡Bienvenidos! 

 

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